Ciudad, vivir, habitar

Carmen Egea Jiménez
Sylvie Coupleux
(Coords.)

Lo que une a estos textos es el apego a situar a los lectores en la vida cotidiana. La solidaridad, las mujeres en la ciudad, el ambiente y la naturaleza, los espacios públicos, las relaciones entre generaciones, los sujetos son numerosos. Pero todos se presentan a partir de estos momentos cotidianos, de las intervenciones de ayuda mutua, de la comprensión común y de la construcción de una vida urbana orientada a la «buena vida».

El punto central es, en mi opinión, el tema de la posibilidad de «cambiar el mundo», de saber si es más apropiado utilizar estrategias de arriba hacia abajo o viceversa. El pensamiento anarquista pretende, más o menos, que es desde los individuos, las pequeñas comunidades y las asociaciones que puede moverse el mundo.

Por tanto, no hacen explícitamente la ontología de estas acciones. Sin embargo, la lectura de las experiencias o temas que cubren, nos sugieren pistas concretas que pueden impulsar estrategias desde abajo en el medio urbano. La importancia política de este trabajo es evidente y los autores refuerzan intelectualmente, tal vez sin darse cuenta, otras posturas que insisten en la pequeña escala, los estudios de los «pequeños mundos de vida».

Sin embargo, ¿son posibles estas estrategias y, sobre todo, son capaces de provocar cambios en la forma en que vivimos en la ciudad? Todo depende del significado que se les atribuye y la resiliencia de los resultados de estas acciones.